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Por ejemplo, te diría que soy un dormilón como un lirón y que, sin embargo suelo dormir unas 6 horas diarias. También te diría que adoro el invierno,que odio la canela molida,y me encantan los días lluviosos y las películas.
Que mi helado favorito es el de chocolate con chispas de mas chocolate por encima.
Que me encanta comer aunque mi esbelto cuerpo no lo demuestre, y que soy de los que creen que “una cocinero feliz hace comida apetitosa”.
No suelo hacer la cama a diario y evito emparejar los calcetines antes de guardarlos, razón por la que muy a menudo podrías verme usando un par de uno y un par de otro.. Me gusta la organización dentro de mi propio desorden.
No suelo enfadarme. Cuado decaigo por algo, me vuelvo intraovertido, prefiero llorar solo. Cuando estoy feliz me encargo de que el mundo se entere de que lo soy e irremediablemente lo comparto con quien esté conmigo en ese momento.
Soy una persona medio-consciente de mi vida. No creo en la religión, ni en Dios (tenía que decirlo). No me gustan las injusticias y daña mi sensibilidad el maltrato a los animales. Soy un poco Green peace, puesto que si vas conmigo por la calle y tiras un papel al suelo probablemente te sugeriré que lo tires a una papelera.
Me encanta aprender cosas y que si me propones un tema, es probable que tenga “algo” que decir, así sea sobre el origen de la vida o del proceso de reproducción de las musarañas interestelares.
Que si me río, me río con todas las letras y enseñando todas las muelas. Me río hasta no poder respirar y entonces solo me queda rogar en mi fuero interno el dejarme de reír o prepararme para morir, sobre todo cuanto estoy con mi amada amiga, María.

Concluyo esta descripción diciendo que estudio Diseño de Interiores en Ciudad Real y que estoy unido estrechamente con el mundo del teatro. Decir que desgraciadamente tengo que trabajar para subsistir a la par y odio mi trabajo. (Soy Agente comercial de seguros de Catalana Occidente, si, de esos a los que les cierran las puertas en la cara).

Nose si este será el momento propicio para crear este blog, pero tengo muchas ganas de escribir y compartir ideas, no sé si me leerá alguien, pero es que a mi me encanta pasearme por blogs desconocidos y pasar la noche en vela..

Carta de presentacion

Prefiero morir vicioso y feliz a vivir limpio y aburrido. Prefiero encontrar una estrella en el fango a cuatro diamantes sobre un cristal. Prefiero que la estrella queme, sea fuego, a un tacto rezumante de frialdad. Prefiero besar el duro suelo veinte veces para llegar una sola vez a lo más alto a escalar poco a poco, sin caer nunca pero sin llegar jamás a la cima. Prefiero que me duela a que me traspase, que me haga daño a que me ignore. Prefiero sentir. Prefiero una noche oscura y bella, sucia y hermosa, a un montón de días claros que no me digan nada.

Prefiero una cadena a un bozal. Prefiero quedarme en la cama todo el día pensando en mi vida a levantarme para pensar en la de otros. Prefiero un gato a un perro. Porque el gato te araña, es infiel, te ignora, se escapa, pero sabes que, a pesar de todo, no podría vivir sin ti. En cambio, el perro es tonto, no sabe nada, te obedece hasta el absurdo. Prefiero las mujeres gato a las mujeres perro, por las mismas razones.

Prefiero el mar a la montaña. La vida es una noche tumbado en la playa, mirando las estrellas sin verlas, soñando despierto, dejando que la arena se cuele entre los dedos de mis pies, embriagado de todo. Y la noche, siempre la noche. Nunca a la luz del sol. La noche es mágica. Me hace vivir, no pensar. Me pone en movimiento. Rompe mis esquemas. Prefiero las noches frescas de verano, andar con poca ropa, sentarme en el suelo y meterme algo de vida en el cuerpo.

La mañana me sabe a dolor de cabeza. Me da sueño. Me quita las ganas de hablar. Me recuerda que soy mortal. Me recuerda que soy normal. La noche me hace único. Prefiero el color de la sangre y el de la gris niebla que difumina las cosas. Si sabe que prefiero el frío cuero, ¿por qué se viste con el traje de terciopelo?. Se me escurre entre los dedos... Prefiero experimentar las cosas, aunque me hagan mal. Aunque me hiervan la sangre. Prefiero probarlo todo a morirme sin saber lo que me gusta. Y, más que nada, prefiero la vida que dan sus besos de caramelo y la suave caricia de su piel caliente

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